GUERRERO

Desde hace cinco años no sé nada de mi hijo, lo he buscado hasta en las barrancas: madre buscadora

Alberto Fonseca Leyva, de 22 años, desapareció el 18 de mayo de 2019; era peón de albañil


Texto: Yasmín García, Chilpancingo,12 de mayo 2024

Foto: Oscar Guerrero

“Desde hace cinco años no sé nada de mi hijo, lo he buscado hasta en las barrancas”, lamenta Margarita Leyva Cruz, madre de Alberto Fonseca Leyva, quien desapareció el 18 de mayo de 2019.

Alberto Fonseca trabajaba como peón de albañil en una obra de construcción en la colonia Eduardo Neri, en Chilpancingo, el sábado 18 de mayo a las 7 de la mañana se despidió de su mamá para irse a trabajar, y ya jamás volvió.

Al día siguiente, Margarita lo buscó en la obra, sus compañeros albañiles le dijeron que no sabían nada de él; los dos meses siguientes lo buscó en las calles de la colonia y en las barrancas aledañas, hospitales, ceresos, y en el Servicio Médico Forense (SEMEFO).

En la Fiscalía General del Estado (FGE), le dijeron a Margarita que no pasaba nada, que seguro su hijo regresaría, porque los jóvenes de esa edad suelen irse de su casa.

Ante las exigencias de Margarita, la FGE también le aseguró que su hijo se había ido a Estados Unidos, versión que no creyó y pidió pruebas como las grabaciones de la terminal para ver que abordaba algún autobús, pero no las hubo.

“Les decía ayúdenme a buscar, me dijeron no pasa nada, al mes mandaron a los ministeriales a investigar. Antes con mis vecinos anduvimos rastreando las barrancas, buscando, y para que lo subieran a la plataforma, emitieran su ficha de búsqueda me costó bastante, me decían que por ser un hombre y sin novia no le daban prioridad”.

Desde 2019, Margarita no ha tenido avances en la investigación, incluso, su carpeta de investigación está vacía y lo único que contiene es la denuncia que ella presentó por la desaparición de su hijo.

“Fui a la instancia y resulta que no hay investigación, resulta que mi carpeta sólo contiene la denuncia”.

Margarita recuerda a su hijo como un joven amoroso, trabajador, solitario y callado.

Exigió a las autoridades realizar su trabajo para dar con el paradero de Francisco.

“Duele más un hijo desaparecido que un hijo muerto, porque muerto sabes en dónde está y desparecido te preguntas qué le están haciendo o sí ya comió, sí está bien o no”.