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Jack, el artista circense que desafía la cuerda floja en los semáforos de Chilpancingo

Con 12 años de experiencia en malabares y siete viviendo en la capital, José Ángel Alonso convirtió los cruceros en su escenario, combina equilibrio, riesgo y circo urbano


Itzel Urieta. Chilpancingo, 3 de octubre 2025

En uno de los semáforos de Chilpancingo un joven amarra una cuerda entre dos puntos y sube a ella con dos clavas en las manos. El semáforo en rojo le da apenas unos segundos para hacer equilibrio y lanzar los objetos al aire frente a los automóviles detenidos.

Se trata de José Ángel Alonso Castro, conocido como Jack, quien es malabarista y artista circense.

Jack es originario de Acapulco, pero lleva ya siete años viviendo en Chilpancingo. Desde hace 12 años se ha dedicado a ser artista circense, luego de que vio un show de malabares, le gustó y quiso aprender.

“Había visto en algunos eventos a malabaristas y me llamó la atención, empecé como malabarista de fuego y posteriormente fui encontrados diversas herramientas y diversos materiales para hacer malabares”, contó Jack.

Jack ya iba a los semáforos de Chilpancingo junto a su compañera Yosajandi, con quien creó Yacksajandi Chilpancirco, un show en el que fusionan parte de las tradiciones de Chilpancingo con el arte urbano y se presentan en fiestas infantiles, 15 años, bodas y diversos eventos.

En abril de este año, Jack acudió a un taller en Guadalajara, donde aprendió la técnica de la cuerda floja y decidió incorporarla como parte de su show en el semáforos, después, vino la práctica.

Reconoció que al principio tuvo miedo. “Creía que iba a ser imposible porque el semáforo es muy rápido, con diversas herramientas me lograron facilitarlo, como la ayuda de ganchos y una cuerda especial para evitar accidentes”.

Siempre tiene precaución, siempre está pendiente por si pasa alguna ambulancia, patrulla o personas caminando. Jack espera a que todos los automóviles se detengan para colocar su cuerda.

Son unos 20 o 30 segundos en los que Jack muestra a las personas su show, en esos segundos realiza malabares, también con los ojos tapados.

Jack ha notado una aceptación de las personas en su acto, porque implica riesgo.

Algunos conductores le aplauden y le dan algunas monedas, las cuales son el sustento de Jack.

El artista urbano aseguró que desde que vive en Chilpancingo, las personas de la ciudad “lo han tratado muy bien” y las cooperaciones son buenas.

“También hay personas que me cooperan solo por pensar que me voy a caer en algún momento, eso a algunas personas les llama la atención y no está mal porque es parte del circo, dar esa sensación de riesgo a las personas”.

Jack realiza su show por las tardes en el semáforos del Panteón central y en el de Bodega Aurrera.

Invitó a las personas a que realicen cualquier tipo de arte y que conozcan el arte circense.

“Estas son prácticas que llevan a uno a sacar lo mejor de si mismo, se vuelve un reto personal decir voy a caminar en una cuerda, se aferra uno hasta que lo logra, también es motivador y te quita de la mente estar pensando cosas malas”, dice Jack, antes de preparar su cuerda para el siguiente semáforo.

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