Un año de la devastación de “Otis” en Acapulco; difícil recuperarse anímicamente para los pobladores, relatan
Una vecina de la colonia Francisco Villa sostiene que la muerte de sus vecinos no ha sido fácil de asimilarlo tras un año del desastre
Redacción. Acapulco, 24 de octubre 2024.
El 24 de octubre quedó marcado en la historia de todo México y fue por la devastación que dejó en Acapulco un huracán Otia, categoría cinco, con rachas de viento superiores a los 300 kilómetros por hora.
Tan solo mencionar su nombre, causa temor entre los habitantes del puerto conocido como “la perla del Pacífico” y es que fue durante los últimos minutos del 23 de octubre de 2023 cuando los efectos iniciaron a percibirse arrastrando todo a su paso y dejando sin techo miles de hogares.
Fue a las 00:25 horas del miércoles 25 de octubre del año pasado cuando el ojo del huracán tocó tierra como categoría cinco en la escala de Saffir-Simpson, en las inmediaciones de Acapulco.
Las rachas de viento hicieron volar todo lo que encontraban a su paso cual hojas de papel y la fuerte lluvia deslavó imponentes cerros del anfiteatro; Acapulco quedó en el desastre, relatan los habitantes.
El saldo dado a conocer por el gobierno federal fue de 51 personas fallecidas y 32 desaparecidas, lo cual enlutó al puerto.
Ocho de las víctimas murieron dentro de sus casas aplastadas por la tierra y rocas en la parte alta de la colonia Francisco Villa, donde vecinos todavía recuerdan ese trágico suceso y les es imposible no estar al borde del llanto cada vez que lo cuentan.
“Es una tristeza que se vive más que nada por las pérdidas que hubo de nuestros vecinos, que pues es vivir todo un año con la misma imagen, la tristeza que sentimos que no ha sido fácil asimilarlo”, aseguró la señora Esbeydi, quien vivía a un costado de dos familias que fallecieron esa noche.

Esta mujer alcanzó a salir a tiempo de su humilde vivienda junto con su esposo, afirma que de haberse tardado unos momentos más la corriente la hubiera arrastrado junto con su casa que hoy está reducida a escombro.
De acuerdo con las autoridades federales, la mayoría de las personas desaparecidas son hombres y mujeres de mar, trabajadores de embarcaciones menores que se hundieron por los fuertes vientos y oleaje, aquellos que se quedaron en yates tratando de salvarlos.
A un año del paso de “Otis” en el panorama se alcanza a observar que Acapulco todavía en lo económico y en infraestructura, a la fecha siguen en el mar decenas de embarcaciones encalladas o hundidas, además de edificios en ruinas que antes solían ser lujosos departamentos y hoteles.
Para muchas personas como Esbeydi, lo más difícil de recuperar será la parte anímica por las decenas de pérdidas humanas, y aunque “muchos años pueden pasar, es una ausencia que se vive y no es fácil recuperarse de esa situación”.
