Traslada FGE al DIF en Chilpancingo a menor apresada y obligada a casarse de Cochoapa
“Cuando las autoridades le dijeron a la menor que se la llevarían a la Casa Hogar del DIF en Chilpancingo se puso a llorar y le dijo a su mamá que estaba muy deprimida porque le iban alejar de ella y que se iba a suicidar si no la veía”, contó Neil Arias Vitinio, abogada del Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan
Jesús Guerrero. Chilpancingo, 2 de mayo 2025.
La niña de Cochoapa el Grande que fue obligada a casarse hace dos años, le dijo a su madre que se “iba a suicidar” si ya no la veía luego de que por mandato de la Fiscalía Especializada en Trata de Personas fue trasladada de Tlapa a la Casa Hogar del DIF en Chilpancingo como una medida cautelar para evitar una nueva victimización.
La menor quien tiene 16 años y en el 2023 fue obligada a contraer matrimonio estuvo encarcelada del 12 al 15 de abril y se le estaba obligando a regresar 700 mil pesos de “la dote” que pagaron los padres de su esposo.
La Fiscalía integró una carpeta de investigación por el delito de cohabitación forzada en contra de la mamá de la menor y de los padres de su esposo..
Sin embargo, los padres del esposo de la menor van a seguir exigiendo que la mamá de ella regrese los 700 mil pesos que pagaron por “la dote”.
La dote -que es una violación a los derechos humanos de las mujeres- era una tradición ancestral de los pueblos originarios pero ahora se ha convertido en una transacción económica.
El 12 de abril, el esposo de la menor pidió a la policía comunitaria de su pueblo que la detuviera porque en su teléfono celular tenía fotografías de su ex novio de nombre Samuel, quien también fue encarcelado.
La menor y Samuel salieron en libertad el 15 de abril bajo el compromiso de que este miércoles 30 regresarían los 700 mil pesos a los padres de su esposo.
La Procuraduría de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes y la Fiscalía Especializada en Trata de Personas rescataron a la menor quien después de salir en libertad de la cárcel huyó de su pueblo por miedo a sufrir otra vez encarcelamiento.
“Cuando las autoridades le dijeron a la menor que se la llevarían a la Casa Hogar del DIF en Chilpancingo se puso a llorar y le dijo a su mamá que estaba muy deprimida porque le iban alejar de ella y que se iba a suicidar si no la veía”, contó Neil Arias Vitinio, abogada del Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan.
En opinión de la activista, este tipo de medidas que se han tomado por los casos de niñas que han sufrido matrimonio forzado en Guerrero solo desintegran a las familias.
“Además esa Casa Hogar del DIF no parece un albergue que reúna las condiciones porque parece un reclusorio”, dijo la abogada.
Mencionó que en este albergue -ubicado en la colonia Jardines del Sur de Chilpancingo- no hay un traductor para que la menor pueda hablar vía telefónica con su mamá o alguno de sus familiares.
“Los menores indígenas que están en la Casa Hogar hablan por teléfono bajo la vigilancia de un psicólogo y son obligados a aprender el español porque la mayoría de la población son mestizos”, afirmó Neil Arias.
La activista señaló que estos problemas de desintegración familiar se evitarían si el gobierno en verdad se preocupara para tomar medidas en serio para evitar la venta de niñas en la región de la Montaña.
Mencionó que hoy en día los niños, niñas y adolescentes de los municipios de esa región tienen un camino incierto porque no hay escuelas, caminos, centros de salud; ellos (los niños) no tienen un futuro, indicó.
En el caso de la menor que en esto días ya está en la Casa Hogar del DIF va a salir cuando algún familiar acceda a acogerla en su seno, “pero eso no sabemos cuando porque es un proceso muy largo”.
En años pasados, dos niñas de Cochoapa el Grande que sufrieron matrimonio forzado permanecieron en este albergue, una de ellas fue adoptada por uno de sus familiares y la otra salió cuando cumplío la mayoría de edad, reveló Neil Arias.
