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Rechazaron tregua los jefes criminales de Guerrero, revela el obispo de la diócesis de Chilpancingo-Chilapa

Por separado, los religiosos plantearon a los líderes criminales pacificar el estado, sin embargo, su ambición por el poder y territorio no permitió que se concretara la tregua, expone José de Jesús González


Texto: Emiliano Tizapa Lucena

Foto: Especial

El obispo de la diócesis Chilpancingo-Chilapa, José de Jesús González Hernández reveló que los cuatro obispos de Guerrero buscaron por separado a los jefes de Cárteles para buscar la paz, pero no aceptaron una tregua porque les argumentaron que ninguno quiere perder territorio.

Esta mañana, luego de que se celebró una misa por el miércoles de ceniza en la catedrál de la Asunción de María en el inicio de la Cuaresma de la Semana Santa, el prelado de la diócesis Chilpancigo-Chilapa reveló en entrevista que antes de que este año azotara en Guerrero una ola de violencia los cuatro obispos buscaron a diferentes jefes de grupos delincuenciales para lograr pacificar el estado.

El obispo José de Jesús González Hernández platicó que a él le tocó tener encuentros con los líderes de las organizaciones criminales de Tierra Caliente y de la Sierra de Guerrero.

En tanto, con otros grupos criminales tuvieron encuentros el obispo Joel Ocampo Gorostieta, de Ciudad Altamirano; Dagoberto Sosa Arriaga, de Tlapa, y el arzobispo de Acapulco, Leopoldo González González.

Sin embargo, González Hernández recalcó que no lograron convercer a los líderes criminales de pactar una tregua por su avaricia y ambición de tener dinero, poder y territorios.

“Ambicionan (los jefes criminales ) los cobros (de piso o extorsiones), ambicionan, un afán de dinero, un afán de poder y esto pues no pudimos verdad”, sostuvo el obispo.

Explicó que los jefes criminales escucharon el planteamiento de paz que les hicieron los obispos, pero para concretar la tregua uno de los jefes planteó una condición que no fue del agrado de otro de los participantes: la división de territorios.

“Entonces no lo sueltan, les ha costado vidas, les ha costado trabajo, les ha costado dizque que ganárselos y no lo sueltan. Entonces aquí sí tenemos que buscar otras maneras de ofrecer esta mediación”, reveló González Hernández.

La violencia ya tocó la fe

El obispo, José de Jesús González llegó a Guerrero en abril de 2022 para sustituir en la diócesis Chilpancingo-Chilapa al ahora obispo emérito, Salvador Rangel Mendoza, quien también mantuvo constantes sus encuentros con los líderes de las organizaciones delictivas para mediar entre ellas y buscar pacificar la zona.

En 2017, Rangel Mendoza intervino de acuerdo con sus propias declaraciones para que hubiera paz y una tregua en Chilpancingo entre los grupos delictivos de Los Ardillos y Los Tlacos.

Otra situación similar fue en abril de 2023, cuando Rangel Mendoza y González Hernández intervinieron ante La Familia Michoacana quien hostigaba con cobros de cuota a los feligreses católicos en las celebraciones de Semana Santa en el municipio de Taxco.

González Hernández consideró que la iglesia no se rendirá para seguir buscando la tregua entre los grupos delicuenciales, y seguirán diálogando con los jefes de los cárteles en Guerrero hasta que haya paz.

Aseguró que la violencia ya tocó a la iglesia: “Nos han matado ministros de la comunión, nos han matado presidentes de adoración nocturna, nos han matado papás de acólitos. Sacerdote gracias a Dios no, pero ya los hubo verdad. Entonces ya nos están tocando a nuestra gente, nuestros fieles, mayordomos, y nos da pena, tristeza. Entonces qué está pasando”.

De acuerco con el prelado la iglesia no se quedará de brazos cruzados e indiferente a lo que viven los más pobres, los más perjudicados y las víctimas de la violencia.

“Nos movemos como Iglesia a no ser indiferentes a lo que está pasando, a no cerrar los ojos, no tapar los oídos, no tapar la boca, animar, a eso me refiero a animarnos”, manifestó.

El gobierno

“Nosotros creemos que el gobierno tiene la solución, y nosotros quisiéramos igualmente que no se corrompan y que puedan ellos mediar, ellos tienen también el poder, ellos tienen los recursos, tienen los medios, pero parece que los han dejado o nos han dejado (solos)”, se quejó el obispo principalmente del actuar de la morenista Evelyn Salgado Pineda.

González Hernández aceptó que los obispos tienen temor que la violencia se recrudezca, haya un conflicto social o más muertes en los próximos meses ante la época electoral en el país.

“No queremos más muertos, eso sí, sí tenemos ese temor de que se recrudezca (la violencia) con las elecciones”, sostuvo.

Pidio a a las autoridades de los tres órdenes de gobierno: “que no se hagan a un lado, que le entren, porque ellos pueden, o sea, el gobierno puede, les llamaríamos a que ejerzan todo su conocimiento, su poder, toda su sabiduría y sus recursos para que dialoguen y pueda haber la tregua y pueda haber paz”.

El obispo reprochó que no haya mentiras por parte de las autoridades locales y del estado, los llamó a no caer en la hipocresía.

“Es decir que se busca la paz y no se ve, queremos el cambio, no lo hay, verdad. Queremos mejores condiciones y no las tenemos. Entonces ¿qué es lo que hay? Porque hay mentira, hay falsedad. El llamado es a ser honestos, a ser íntegros, a ser verdaderos”

Ante la violencia en las primeras semanas de febrero en Chilpancingo, el obispo y los sacerdotes de Chilpancingo se han manifestado en contra de la violencia y han solicitado a las autoridades a actuar para que se concrete la paz en la ciudad y el estado.