destacadasGUERRERO

Celebran con misa en Tlacotepec la “tregua de la paz” entre Los Tlacos y la Familia Michoacana, y exigen al Estado consolidarla

No criminalizar a los sacerdotes y obispos por su intervención con líderes criminales pide también al Estado el sacerdote, Filiberto Velázquez Florencio


Texto: Yasmín García

Foto: Jesus Dorantes / Especial

La iglesia católica celebró una misa de acción de gracias en la parroquia de Santiago Apóstol en Tlacotepec, cabecera de Heliodoro Castillo, por la “tregua de paz” entre las organizaciones criminales Los Tlacos y La Familia Michoacana que mantenían una disputa en la Sierra de Guerrero.

También la iglesia pidió a los tres órdenes de gobierno que redoblen esfuerzos para que la paz se consolide en Guerrero y en el país.

La misa fue transmitida por la página de Facebook de la parroquia, el sacerdote, Benito Cuenca ofició la actividad y aseguró que fue en representación del obispo de la diócesis Chilpancingo-Chilapa, José de Jesús González Hernández, quien no pudo asistir.

En su homilía, Benito Cuenca recalcó que mientras no haya paz en el corazón del hombre la iglesia como una institución cuidará la paz del hombre y la paz social.

“Mientras haya paz en el corazón del hombre se tiene que expresar en una paz social. En la libertad de los hijos de Dios y es aquí donde nos toca a nosotros conservar esa paz, construir esa paz, de aquí, pues que cuando se suscitan estos conflictos, las instituciones particularmente la Iglesia, es cuando después de sentir el dolor del pueblo de Dios, es cuando crea y busca los mecanismos para buscar que el hombre se reconcilie con su hermano”, dijo el sacerdote.

El padre aseguró que para que la paz sea duradera tiene que participar la sociedad, para que Dios no vea los rostros de hermanos que sufren y viven en el desconsuelo al ser víctimas de la delincuencia.

Dijo que para lograr la paz y construirla es a través del diálogo, ya que fue así como se logró la tregua entre los grupos criminales.

“Tenemos que dialogar, tenemos que ponernos de acuerdo, tenemos que buscar los mecanismos, pero dialogando, no en conflicto, no en confrontación, dialogando, por eso hoy me ha dado mucho gusto ver como las partes en conflicto se han esforzado porque también han visto el dolor de sus hermanos, que lloran que sufren y en ese sentido creo que la labor que ha hecho la Iglesia a través de los obispos, a través de los sacerdotes es muy loable”, celebró el sacerdote.

Pidió a las autoridades de los tres niveles de gobierno redoblar esfuerzos para que la paz se consolide en las comunidades de Guerrero y en los diferentes estados.

A la población, el sacerdote les demandó fortalecer el tejido social que se ha dañado y ha costado vidas, llenando de luto a muchas familias, además pidió rezar por los sacerdotes y obispos que intervienen para lograr la paz en el estado.

“Pidámosle a Dios que conceda en nosotros la alegría de saber que camina con nosotros, que no nos ha apartado. Sigan pidiendo por nuestros obispos, sigan pidiendo por nuestros sacerdotes porque también serán bienaventurados aquellos que trabajan por la paz. Que Dios los bendiga y que Dios nos permita ser verdaderos artesanos de una construcción de paz justa y duradera se lo pedimos con fe”., manifestó.

En la misa de acción de gracias por la “tregua de la paz” estuvo presente el sacerdote y director del Centro Minerva Bello, José Filiberto Velázquez Florencio, quien junto a los obispos han intervenido con los grupos criminales para lograr la tregua.

El sacerdote ha condenado los ataques armados y con drones en la Sierra, y ha dado acompañamiento a las víctimas de desplazamiento por esta pugna que se mantenía entre las organizaciones delictivas.

En declaraciones, Velázquez Florencio sostuvo que la iglesia ha contribuido a la paz siendo mediadores, y lamentó que no se haya logrado la paz deseada, sino es “la paz posible”.

Precisó que por ello la intervención de los sacerdotes debe continuar, porque es un proceso largo para pacíficar.

Destacó que anteriormente la iglesia no intervenía con los grupos del crimen organizado, por lo que dependerá del Estado para que sigan coadyuvando a construir la paz y no comiencen a criminalizarlos, es decir, vinculándolos con los grupos criminales.

“Yo creo que ahora existe esta tercera parte, nosotros somos esa tercera parte de estas digamos negociaciones, de este conflicto y si mientras esa parte se mantenga ahí y eso va a depender también del Estado no, que nos vea como parte de la solución y no comiencen a criminalizarnos, vinculándonos con estos grupos”, comentó el padre Filiberto.

Recalcó que para logar la tregua entre la Familia Michoacana y Los Tlacos no hubo una reunión como tal, sino que fue por medio de una llamada telefónica.

Acerca de las acusaciones del senador de la República y candidato por Morena para su reelección, Félix Salgado Macedonio, de que eran sacerdotes que servian al diablo y no a Dios, Velázquez Florencio aseguró que ojalá aprecie el esfuerzo y voluntad que los sacerdotes y obispos realizan para lograr la paz en Guerrero.

Recalcó que no tiene ningún interés de que el anterior régimen regrese o preferencias electorales.

“Yo le mandé un mensaje. Yo le dije senador (Félix Salgado Macedonio) con todo respeto. Yo no soy un padre del diablo y él me dijo, sí eres un padre del pueblo. Entonces yo creo que él es consciente de nuestro trabajo y que yo le pido con todo el respeto, que aprecie verdad, el esfuerzo y voluntad que hacemos nosotros, que al final no tenemos otro interés”, expuso.

Afirmó que los religiosos tienen como único interés el beneficio del pueblo porque es el que habiendo elecciones o no habiendo elecciones “se la pasa de la fregada”.

Filiberto Velázquez declaró que la tregua dependerá de los intereses de los grupos, la única diferencia es que ahora van arreglar sus conflictos con el diálogo y no con las armas o el fuego.

Adelantó que un líder de un grupo criminal que opera en la Costa Grande se comunicó con la iglesia para pedir su intervención en aquella zona de la entidad, pero tendrán que pensar cómo hacerle: “Pero sí quisiéramos pacificar, pues todo el estado”.