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Seguridad, principal petición de transportistas en bendición de unidades

La señora Antonia acudió a la celebración eucarística con las dos fotografías de sus hijos choferes del transporte público asesinados, José Ernesto y Eduardo Rafael


Yasmín García. Chilpancingo,14 de agosto 2024

Foto: Oscar Guerrero

Transportistas pidieron seguridad en la bendición de sus unidades por la festividad de la virgen de la Asunción de María que se realizó atrás de la catedral.

La señora Antonia acudió a la celebración eucarística con las dos fotografías de sus hijos choferes del transporte público asesinados, José Ernesto y Eduardo Rafael.

La madre de familia relató que este día significa mucho para ella, ya que honra la memoria de sus hijos trabajadores del volante.

Su hijo mayor José Ernesto era chofer de una Urvan de la ruta Oriente, fue asesinado hace ocho años.

A su hijo menor, Eduardo Rafael, chofer de la Urvan 391 de la ruta Plan de Ayala lo asesinaron hace un año, en los ataques que se suscitaron en contra de los transportistas, en donde varias unidades fueron calcinadas y el servicio se suspendió durante cinco días.

Doña Antonia pidió a las autoridades brindar seguridad a los trabajadores del volante ya que muchos han muerto al realizar su trabajo.

“Que brinden mayor seguridad porque no es justo que les quitan la vida a personas que nada tienen que ver”, lamentó.

Los hermanos José y Eduardo dejaron a dos niños y una niña en la horfandad.

En una misa celebrada, la madre de familia pidió a Dios que haga justicia ante la falta de resultados de las autoridades, “yo le pido a Dios que haga justicia”.

Hugo, un chofer del transporte público de la ruta Oriente, manifestó que en este día le pide a Dios y a la virgen que lo cuiden y le permitan regresar todos los días a su casa después de su jornada laboral.

“Significa dar gracias por que nos permite trabajar y agradecer que seguimos año con año, que de la bendición a la camioneta, mi volante y que me deje llegar a mi casa”, dijo Hugo, quien lleva ocho años trabajando en el transporte público.

En la misa el sacerdote, Benito Cuenca Mayo reconoció a los trabajadores del volante y pidió por su integridad física, además recalcó que nadie tiene el derecho de arrebatar la vida.

“Que se imponga la razón, la fe y el fruto de nuestra dignidad somos hijos de Dios, nadie tiene derecho a ponernos una mano encima mucho menos quitarnos la vida”, expresó el religioso.