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Hay pruebas de que los normalistas no dispararon contra los policías estatales, asegura madre de Yanqui Kothan 

Exhorta abogada del Centro Minerva Bello al gobierno del estado a no desaparecer los videos de una cámara del C4 que está en el lugar del crimen del normalista, en el que se ve como los jóvenes no dispararon contra los policías, como asegura la versión oficial.


Texto: Emiliano Tizapa Lucena

Foto: Oscar Guerrero

De acuerdo con las pruebas periciales, testigos y videos de una cámara del Centro de Comunicación, Cómputo, Control y Comando (C4) los tres normalistas de Ayotzinapa que fueron atacados a balazos en Chilpancingo no dispararon contra los policías estatales, tampoco iban drogados ni alcoholizados, reveló la familia del estudiante asesinado y abogados del Centro Minerva Bello.

El sacerdote y director del Centro de derechos de las víctimas de violencia Minerva Bello, Filiberto Velázquez Florencio acompañó a la familia del normalista asesinado la noche del jueves en la capital por policías estatales, Yanqui Kothan Gómez Peralta, en una conferencia de prensa realizada la tarde  de hoy en Tixtla.

Velázquez Florencio desmintió la versión del gobierno de la morenista Evelyn Salgado Pineda, acerca de que los estudiantes atacaron primero a los agentes estatales con un arma de fuego corta, que iban alcoholizados y drogados.

Afirmó que hay una saña por parte de policías estatales y federales contra los normalistas en cada actividad que hacen.

“Por el hecho de ser joven están criminalizados, por el hecho de ser estudiante de Ayotzinapa”, sostuvo.

El sacerdote relató que eran tres jóvenes de la normal que acudieron a Chilpancingo para ir por un grupo de muchachas de otras normales que asistirían al festejo de aniversario de la normal rural Raúl Isidro Burgos.

“En Chilpancingo en este retén, hay una tienda y uno de ellos se baja a comprar cigarros, por eso el gobierno no tiene en su argumento que hay tres, dicen ellos que hay dos, porque no se dieron cuenta que un tercero se había bajado a la tienda”, reveló el sacerdote.

Manifestó que los jóvenes se pusieron nervisos ante la situación reciente en Palacio Nacional, en la Ciudad de México, donde derribaron una puerta, y su reacción fue al ver a los policías huir de lo que consideraron en ese momento un peligro.

Criticó que ante la huida de los estudiantes, los policías dispararon sus armas y aunque pudieron disparar en una extremidad, apuntaron a la cabeza, porque tenían la “intención de matar”.

Recalcó que no fue un hecho fortuito, y exigió que la policía del estado deje de discriminar y criminalizar a los normalistas. 

“Si la FGR va a extraer el caso, ojalá que no quede en impunidad, queremos y nos unimos a la exigencia de los familiares de que esto pueda traer justicia y un precedente para que no se vuelva a repetir”, manifestó el sacerdote.

Destacó que el Estado nunca va a autoinculparse sino autoprotegerse, y que del asesinato ya dieron aviso al Alto Comisionado de las Naciones Unidas, en conjunto con el abogado del Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan, Vidulfo Rosales Sierra, así como el Centro Minerva Bello.

De acuerdo con Filiberto Velázquez, el diagnóstico de la muerte entregado a la familia de Yanqui Kotha, arrojó que su muerte fue por hemorragia externa e interna por traumatismo cráneoencefálico severo con fractura en bóveda craneal producida por proyectil único de arma de fuego penetrante saliente del cráneo.

Resaltó que el joven detenido ya fue puesto en libertad, de quien sus pruebas periciales no presentó indicios de pólvora en su cuerpo, por lo que sería complicado comprobar para el gobierno estatal que desde la camioneta los normalistas dispararon.

Cuestionó al secretario general del Gobierno, Ludwig Marcial Reynoso Núñez y al secretario de Seguridad Pública, Rolando Solano Rivera, de armar una verdad y casi resolver el hecho a las 2 de la mañana, al ofrecer una conferencia de prensa atípica.

Llamó a los partidos políticos a respetar los procesos, que la autoridad judicial encuentre la verdad y que no saquen raja del asesinato del normalista.

Velázquez Florencio dijo confiar en la justicia: “El presidente es Ejecutivo, él no es el juez, él no es la instancia judicial para decir quién es culpable, quién es inocente. Esperamos que la justicia y el sistema judicial puedan hacer una investigación objetiva y verás”.

La madre de Yanqui Kothan Gómez Peralta recalcó que el gobierno y algunos medios de comunicación mintieron acerca del asesinato de su hijo, y de las condiciones en que viajaba con sus compañeros. 

Argumentó que aunque intentan denigrar a su hijo, muchas personas lo conocieron, era un joven de 23 años de edad, corredor guadalupano, y a quien vió por última vez la mañana del jueves cuando salió de su casa para trabajar.

Precisó que Yanqui cursaba el cuarto semestre de la normal, y que recientemente “acababa de ir a su última práctica”.

“(Yanqui) entró a la escuela ilusionado de que iba a salir de maestro. Tengo otro hijo más chico, de igual manera lo estaba aconsejando para que se fueran a estudiar con él. Para que se ayudaran los dos mutuamente, pero pasó esto y quedó trunco”, aseveró.

La madre del estudiante asesinado dijo que buscará que el crimen no quede impune, que se castigue a los policías a quienes calificó como “asesinos”.

La abogada del Centro Minerva Bello, Norma Garduño informó que en el Ministerio Público hay tres policías estatales detenidos por su probable responsabilidad en el asesinato del estudiante.

Destacó que se debe analizar el protocolo de la Policía del Estado ya que si los muchachos no atendieron el llamamiento a detener el vehículo, no era causa o motivo para ser asesinados.

“La Policía Estatal tiene una serie de protocolos que debió haber observado, podían disparar al aire, podían disparar hacia una llanta y no está en ningún protocolo disparar a quemarropa a ninguna persona a ningún ciudadano, mucho menos jóvenes estudiantes”, argumentó.

Exhortó al gobierno del estado a no desaparecer las evidencias de videos de una cámara del C4 que está en el lugar de los hechos, y en la que ya dieron cuenta de que los jóvenes nunca tuvieron una actitud agresiva contra los policías.

Añadió que hay testigos presenciales, de los que uno ya rindió una declaración, y en la zona se están recolectando mayores evidencias.