Encarcelan a niña indígena por “infidelidad” en Cochoapa el Grande
El Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan denunció un nuevo caso de matrimonio forzado en Cochoapa el Grande, donde una menor fue encarcelada por su suegro bajo prácticas de “usos y costumbres”
Itzel Urieta. Chilpancingo, 20 de abril 2025.
El Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan denunció que una niña indígena identificada como Marcela fue encarcelada por presunta “infidelidad”, tras la denuncia de su suegro, Lorenzo, quien es presidente de la asociación civil Certeza y Justicia para los pueblos originarios.
Los hechos ocurrieron en Cochoapa el Grande en la región de la Montaña.
De acuerdo con un comunicado de Tlachinollan, a Marcela la obligaron a casarse a los 14 años, después del pago de una dote de 200 mil pesos.
La acusación se basó en supuestas fotografías en su celular con otro joven, identificado como Samuel, quien también fue encarcelado en la misma celda de Marcela.
Cinco días después, Lorenzo convocó a los padres de ambos adolescentes para negociar un “rescate” económico a cambio de su liberación, estipulando el pago de 700 mil pesos: 450 mil por parte de la familia de Samuel y 250 mil por la madre de Marcela.
“Marcela representa a decenas de niñas indígenas que son víctimas de matrimonios forzados en la Montaña de Guerrero. Crecen en la indefensión total. Truncan su desarrollo y las esclavizan de por vida. Los hombres mayores deciden cuándo y con quién casarse. Las autoridades municipales se coluden con los padres y los suegros. Las síndicas de Metlatónoc y Cochoapa el Grande entran al negocio como defensoras de los suegros que se sienten ofendidos por las esposas desobedientes. Las citan para reprenderlas y encarcelarlas”, se lee en el comunicado.
Marcela huyó de Cochoapa el Grande. Sabía que si se quedaba, enfrentaría represalias, no solo ella, también su madre.
La organización señaló que este no es un hecho aislado, sino parte de una práctica extendida de matrimonios forzados en la región, donde las niñas son tratadas como mercancía.
Tlachinollan denunció también la inoperancia de instituciones estatales como las Fiscalías, la Secretaría de la Mujer y la Secretaría de Salud, que lejos de garantizar los derechos de las niñas, reproducen la violencia estructural.
Precisó que la Fiscalía Regional de Tlapa ha mostrado un patrón de discriminación y desinterés hacia las denuncias de niñas y adolescentes.
“Las autoridades estatales están rebasadas. Hay un gran abismo entre las instituciones del estado y las comunidades indígenas”, expuso la ONG.
También alertó sobre el crecimiento de un fenómeno “moderno” de matrimonios forzados que consta en matrimonios pactados con jóvenes migrantes en Estados Unidos.
Tlachinollan documentó un caso reciente en Texas, donde un padre de una niña de Cochoapa, vendió a su hija menor por 18 mil dólares; la menor, embarazada, quedó bajo resguardo de autoridades migratorias estadounidenses.
Llamó a visibilizar y detener los matrimonios forzados que destruyen la vida de niñas indígenas en la Montaña.
“Los agravios que padecen son inconmensurables”, advirtió.
