Conmemoran en el Otatal 50 años de la caída en combate del guerrillero Lucio Cabañas
“Si viviera mi padre volvería a luchar”, dice la hija del luchador social Micaela Cabañas
Emiliano Tizapa Lucena. Otatal, Tecpan de Galeana, 2 de diciembre 2024.
En la cañada de una comunidad de la que solo ha quedado el nombre, el Otatal, municipio de Tecpan de Galeana, la mañana de ayer un grupo de representantes de organizaciones sociales, ex guerrilleros y familiares encabezados por Micaela Cabañas Ayala conmemoró la caída en combate de Lucio Cabañas Gervasio, el icónico guerrillero del Partido de los Pobres.
A las 7 de la mañana de este domingo se concentró una caravana de vehículos en la entrada de la cabecera a Atoyac de Álvarez, donde desde el 27 de noviembre comenzaron una serie de actividades culturales y artísticas: con presentaciones de libros, documentales y conversatorios de la lucha armada a la que fue orillado un grupo de mujeres, hombres y jóvenes quienes combatieron el modelo caciquil en la región.
El 2 de diciembre de 1974, Lucio Cabañas –un profesor de primaria– cayó en combate contra el Ejército mexicano junto a dos compañeros de lucha, cuando fueron emboscados por militares como consecuencia del secuestro del entonces senador, Rubén Figueroa Figueroa.
A las 10 de la mañana, la caravana subió a la sierra media de Tecpan de Galeana por la localidad de San Luis San Pedro, hasta llegar a la comunidad de Las Mesas, ahí los habitantes recibieron a la caravana con comida y café. Posteriormente a bordo de cuatrimotos y camionetas continúo la visita de la cañada del Otatal, un pueblo que ahora se ha quedado en el imaginario colectivo, no hay casas, ni pobladores, se han convertido en simples potreros y campos de cultivo.
Micaela Cabañas, hija de Lucio Cabañas, colocó una ofrenda floral sobre una gran roca donde fue instalada una placa y una cruz. Un par de lonas acompañaron la ceremonia.
En su discurso, Cabañas Ayala afirmó que las condiciones sociales de Guerrero siguen tan similares que si su padre existiera nuevamente tomaría las armas y lucharía por lo mismo.
Por primera vez, también acompañó a Micaela a este recorrido, el hermano de Lucio, Pablo Cabañas, quien agradeció a las organizaciones el respaldo que hicieron para no olvidar al guerrillero, de quien además consideró “creció después de muerto”.
Hubo consignas de “Lucio vive, la lucha sigue” , pero también se nombraron a más víctimas desaparecidas y asesinadas de la represión del Estado mexicano, que a 50 años se mantienen en la injusticia.
Filiberto Velázquez, sacerdote y director del Centro Minerva Bello acompañó la actividad con una ceremonia religiosa.
Entre los asistentes estuvieron Norma Mesino y su padre Hilario Mesino, de la Organización Campesina de la Sierra del Sur (OCSS). Diana Hernández, hija del líder social asesinado Ranferi Hernández Acevedo. Jacobo Silva Nogales, ex líder guerrillero del Ejército Popular Revolucionario (EPR). Nicomedes Fuentes García, preso político, sobreviviente de tortura y ex comisionado de la Comverdad.
A la 1 de la tarde terminó la actividad y la caravana retornó a Atoyac. Por la noche hubo una velada en el zócalo de Atoyac y hoy lunes culmina la semana de actividades conuna marcha a las 10 de la mañana la ciudad para recordar al líder guerrillero que se convirtió en emblema de la lucha armada en México en la década de los noventa.