CAPITAL

Colocan altar colectivos en Chilpancingo en honor a niñas víctimas de feminicidio

De enero a octubre se han activado 57 fichas de búsqueda de Alerta Amber por desaparición de niñas, las autoridades no han informado si ya fueron localizadas, reprochan activistas


Itzel Urieta. Chilpancingo, 27 de octubre 2024.

Colectivas feministas colocaron la tarde del sábado un altar en honor a niñas víctimas de feminicidio en Guerrero.

El altar fue instalado en el kiosco en el centro de Chilpancingo, donde las activistas acomodaron fotografías de las víctimas de feminicidio y junto a ellas veladoras, flores de cempasúchil y juguetes.

Entre las fotografías descataron la de Camila Gómez Ortega, la menor de ocho años secuestrada y asesinada en marzo de este año en Taxco de Alarcón; la de Ayelín Iczae Gutiérrez Marcelo, desaparecida y asesinada el 19 de octubre del 2020 en Tixtla.

Otro caso fue el de una menor de cuatro meses asesinada por su padre en Acapulco, en marzo de este año.

“Pedimos justicia para todas las niñas, queremos que todas las niñas vivan plenas, que vivan una vida libre de violencia y que vivan sus infancias felices”, dijo una de las integrantes de la Colectiva Guerreras Jaguar.

Dieron a conocer que de enero a octubre se han activado 57 fichas de búsqueda de Alerta Amber por desaparición de niñas, las autoridades no han informado si ya fueron localizadas o no.

Las feministas expusieron que en Chilpancingo no tienen registro de femincidio en niñas de manera oficial, pero sí hay 25 casos de abuso sexual infantil, estos casos los documentan porque se los envían.

Las activistas reconocieron que tuvieron poca respuesta de la ciudadanía ante la convocatoria, mencionaron que probablemente fue por los hechos de violencia en la capital durante octubre.

“Las niñas no se tocan ni se matan”, “justicia para las niñas de Guerrero”, “queremos que reformen a favor de las niñas”, escribieron en el altar.

Llamaron a las autoridades a revisar los casos y a que no queden impunes los femincidios contra menores.

Después de terminar el acto, regalaron los juguetes de la ofrenda a niñas que paseaban por el centro de la ciudad.