GUERRERO

Denuncia Tlachinollan deficiencias en hospitales de la Montaña

Reprochó la organización que los gobiernos estatales dejaron caer el servicio de calidad que se brindaba a los pacientes desde hace 44 años, lo abandonaron y transformaron en “un coto de poder para los priistas”


Texto: Itzel Urieta. Chilpancingo, 23 de julio 2024

Foto: Tlachinollan

El Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan denunció las malas condiciones de hospitales y nula atención médica en zonas de la Montaña y Costa Chica.

Después de la visita al estado de la titular de la Unidad de Atención a la Salud de IMSS-Bienestar, Célida Duque Molina, quien sostuvo una reunión con la gobernadora, Evelyn Salgado Pineda, quien aseguró que hay avances en el sistema de salud el estado.

“Hoy la realidad de la salud en Guerrero es muy distinta a la que encontramos hace algunos años. Se han puesto en marcha hospitales; centros de salud que habían quedado inconclusos se han equipado, y hemos mantenido el diálogo con todos los compañeros que laboran en los diferentes”, dijo Salgado Pineda durante la reunión.

Lo dicho por la gobernadora contrasta con la denuncia de Tlachinollan, quien aseguró que aún hay deficiencias en el tema de salud en la Montaña.

“Desde Ometepec a Tlapa y de Ayutla de los Libres a Atlixtac, pasando por Olinalá y Xochihuehuetlán, a simple vista los hospitales y centros de salud están deteriorados y ya son obsoletos. Arrastran graves rezagos y vicios burocráticos. Las instalaciones están remendadas por todos lados y hay serios riesgos de que algunos se colapsen. El quirófano del hospital general de Tlapa tuvo que suspender sus servicios por falta de mantenimiento. Hasta un panal de avispas estaba pegado en el techo”, se lee en la denuncia.

Tlachinollan denunció dos casos de malas atenciones en los hospitales.

Uno de los casos es el de Álvaro Anastacio Cándido, originario de Tlapa, quien sufrió un accidente de motocicleta. Se cayó de su moto en la colonia constitución de Tlapa.

Fue trasladado al Hospital General de Tlapa las 5 de la tarde por una fractura que sufrió en la cabeza y parte de la cara.

Alvaro no fue atendido a pesar de la gravedad de sus fracturas. Su familia permaneció cuatro horas en espera de que un médico o una enfermera les dijera en qué momento los atenderían, y optaron por acudir a una clínica privada.

Otro caso documentado por Tlachinollan es el de una menor de un año y nueve meses de nacida la comunidad de Santiago Yololtepec, municipio de Ayutla.

La menor tenía complicaciones para respirar. Sus padres esperaron tres horas a que la atendieran.

“La doctora entregó la receta al papá para que fuera a la farmacia a comprar los medicamentos. También les ordenó que le tomaran una radiografía. En esta primera vuelta gastaron 3 mil pesos, entre las medicinas y el estudio. Después de 12 horas, le informaron a la mamá que su hija tenía que ser canalizada a otro hospital, porque no contaban con el equipo necesario para su atención”.

Fue trasladada al Hospital Renacimiento en Acapulco. A las 5 de la mañana, llamaron a los padres para pedirles que firmaran unas hojas, no les explicaron para qué eran, tampoco les dieron información sobre el estado de salud de su hija.

“La espera continuó hasta las 7 de la mañana. El papá se animó a hablar con la trabajadora social quien le dijo que su hija había muerto a las 6:30 de la mañana. Ningún médico le explicó la causa de la muerte de la niña”, expuso Tlachinollan.

Agregó que el cadáver de la menor lo llevaron a una funeraría particular llamada Funeraría Huerta, donde les dijeron que les cobrarían 5 mil pesos por trasladar a la niña a Ayutla.

A los padres no les dieron explicación del por qué el cadavér de la menor estaba en una funeraría particular.

Denunció también la falta de médicos, enfermeras y medicamentos en la Montaña.

“Dejaron caer el servicio de calidad que se brindaba a los pacientes, de lo que en aquel tiempo fue el programa IMSS-Coplamar, en el sexenio de José López Portillo. Desde hace 44 años los gobiernos estatales se encargaron de saquear las arcas y desmantelar la capacidad instalada que tenían los hospitales, clínicas y centros de salud. Abandonaron este sector y lo transformaron en un coto de poder para los priistas”, reprochó Tlachinollan.

Ante la falta de médicos, enfermeras y los altos precios de medicamentos y traslados, los habitantes de la Montaña optan por recurrir a remedios caseros para atenderse.

Señaló que durante el gobierno del presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, no hubo avances.

Otra problemática que preocupa a Tlachinollan son las muertes maternas en los hospitales públicos.

“Lo más grave es que las dan de alta para que se las lleven a sus domicilios. Que las madres mueran en sus casas y no en los hospitales para que los casos de muertes maternas se reporten a la baja”, manifestó la organización.

En este año, indicó han documentado dos casos de muertes maternas, uno en Ometepec y otro en Tlapa.

La salud mental también es parte de las denuncias.

Agregó que quienes tienen familiares con alguna condición psiquiátrica, tienen que salir del estado para ser atendidos y también tienen que conseguir los medicamentos a un alto costo.

“En la Montaña y la Costa Chica, la salud se ha transformado en una mercancía muy cara, estamos lejos de que la salud sea un derecho que genere bienestar a todos los guerrerenses. La salud sigue sin ser una prioridad para las autoridades del estado. Los casos que diariamente acompañamos, lo confirman”, reprochó.