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¿Cómo plantear utopías cuando hay tanta muerte?, dice poeta me’phaa en Chilpancingo

En la Montaña la religión, las costumbres y la comida chatarra están acabando con una población, que además está viendo morir sus lenguas, reflexiona Hubert Matiúwàa


Emiliano Tizapa Lucena. Chilpancingo, 22 de noviembre 2024.

“¿Cómo plantear una utopía cuando hay tanta muerte, la lengua (me’phaa) está muriendo y la violencia social no ayuda en nada para evitarlo?”, afirmó el poeta Hubert Matiúwàa, este jueves durante la presentación de su libro “Adà Bègò tsí nàndà’à Ru’wa/Poeta Rayo/Lightning and They Boy” en Chilpancingo.

La tarde del jueves en la librería Educal, ubicada dentro del Palacio de Cultura en el centro de la ciudad, el poeta galardonado en 2016 con el Primer Premio en Lenguas Originarias Cenzontle y el Premio de Literaturas Indígenas de América en 2017 platicó con los asistentes de su formación en las letras y su retorno a Guerrero para rescatar el me’phaa.

Hubert Martínez Calleja, originario de Malinaltepec, habló del racismo que padecen los jóvenes de la Montaña de Guerrero durante su formación en la Ciudad de México, así como en Chilpancingo y Tlapa.

Matiúwàa reflexionó sobre el racismo y la negación de la identidad de los pueblos Tu’un Savi, Me’phaa, Nahua y Ñomndaa en Guerrero, un proceso vigente a pesar de ser poblaciones resistentes y bravas, pero que aún no han podido generalizar una lucha por no dejar morir sus lenguas.

Hubert reconoció que en la Montaña es más fácil trabajar con jóvenes que con adultos para el rescate de la lengua y, así lo hacen desde la trinchera que han forjado junto con otros colegas bajo el colectivo: Gusanos de la Memoria.

“Hemos ido perdiendo los nombres de los gusanos, de las mariposas, de las flores”, dijo Hubert.

Más que un monólogo, la presentación se convirtió en una charla entre el poeta y sus escuchas. Con experiencias de los participantes y preguntas acerca de la visión del poeta. Hubert fue escuchado y se permitió escuchar los comentarios de sus libros, de su trayectoria y sus vivencias como estudiante de la Universidad Autónoma de Guerrero en la capital.

–”¿Quisiera saber cuál es tu mundo utópico?”–, le preguntó al poeta un participante originario de Atliaca, municipio de Tixtla.

Matiúwàa respondió con una anécdota; en plena pandemia de COVID-19, dijo, el sabio de su pueblo les mencionó: “Yo no nací para caminar todo el mundo”.

Esa frase provocó el análisis en el poeta, aseguró, que lo llevó a pensar que es imposible caminar por todo el mundo pero podría lograrse si se hace de forma colectiva, compartiendo la experiencia con el otro.

Por ello, Hubert busca con sus libros compartir un sentimiento, una cultura, una visión por medio de la palabra a los lectores que tal vez jamás visiten su pueblo ni vean las cosas, flores, animales, personas y lugares que lo rodean.

De acuerdo con el poeta, el atraso de las comunidades de la Montaña se debe entre otras cosas a la religión, porque todavía se adora en las iglesias a personas blancas debido a la estructura colonial.

“En la Montaña violaron y mataron a la gente para imponer la religión. Además hay un chingo de alcohol, para cada día hay un santo y los pobladores tienen arraigado el dicho de ‘Dios proveerá’, pero ese pensamiento no permite tener una economía distinta”.

Matiúwàa sostiene que los pobladores de la Montaña prefieren trabajar y gastar su dinero en celebrar a un santo y eso evita la liberación de la pobreza.

“Yo he visto morir a mis paisanos por las costumbres. Por ejemplo la diabetes, allá le dicen que es la enfermedad del miedo y prefieren hacer rituales y se dejan morir en lugar de ir a un médico y curarse. La costumbre está matando de manera cotidiana, con el refresco y los productos chatarra que se venden en las comunidades y no hay conciencia de decir: ya basta”, expresó.

Las comunidades además, según la visión del poeta, viven problemas estructurales como la falta de infraestructura, entre ellos sistemas de drenaje –que es de las peticiones más comunes–, pero no se preocupa la mayoría de la población por la muerte de los ojos de agua y la contaminación a la naturaleza.

Matiúwàa planteó que al recuperar la lengua se recupera el pensamiento, lo que todavía es en la Montaña algo a contracorriente, porque hay quienes le dicen que deje eso, que salvar la lengua me’phaa es cosa del pasado.

El Poeta Rayo es un cuento con el que Hubert Matiúwàa busca enseñar a los menores las relaciones del poder y la lengua. Es la historia de un niño que nace de una calabaza. El sábado 23 de noviembre, Hubert Matiúwàa presentó también su libro en el estado de Morelos.