GUERRERO

Marchan por 4 años de la Casa de los Saberes, en defensa de los derechos de las mujeres indígenas

“El gobierno cree que es un espacio más y no le toma importancia a una reparación recomendada por la Corte IDH”, reprocha Noemí Prisciliano Fernández, abogada e hija de la luchadora social Inés Fernández


Redacción. Chilpancingo, 17 de septiembre 2025

En un contexto de alta violencia contra la mujer, el Centro Comunitario Gúwa Kúma, conocido como la Casa de los Saberes, conmemoró su cuarto aniversario en la defensa de los derechos de las mujeres indígenas.

Gúwa Kúma fue fundado por la activista Inés Fernández Ortega —víctima de tortura sexual por parte del Ejército en 2002—, este espacio es una de las medidas de reparación integral dictadas por la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) contra el Estado mexicano. A pesar de su importancia, el centro sigue enfrentando graves carencias presupuestarias.

En conmemoración, Fernández Ortega encabezó una marcha por “la vida, la dignidad y la justicia”, acompañada de mujeres, estudiantes y viudas del suceso de El Charco.

Con consignas como “Mujeres indígenas, mujeres guerreras” y “Si el presente es lucha, el futuro es vida”, las manifestantes recorrieron las calles de Ayutla. La movilización tuvo lugar mientras un convoy de la Guardia Nacional y el Ejército patrullaba la zona, en un despliegue de seguridad que, según una de las participantes, contrasta con la realidad de violencia que vive la población.

La Corte IDH condenó al Estado mexicano en 2010 por la tortura sexual que sufrió Inés Fernández y le ordenó garantizar su reparación integral. A pesar de que la Casa de los Saberes fue inaugurada el 17 de septiembre de 2021, el apoyo gubernamental ha sido intermitente e insuficiente.

Noemí Prisciliano Fernández, abogada e hija de Inés, denunció que el proyecto ha subsistido principalmente con recursos propios, sin un fondo específico para la atención de víctimas ni para los salarios de las profesionistas.

Según Noemí, han tenido que batallar por casi tres años para conseguir recursos básicos, como la reparación del techo. Además, la falta de un presupuesto fijo impide la cobertura del salario de abogadas, psicólogas, embajadoras y el conductor del centro.

“El gobierno cree que es un espacio más y no le toma importancia a una reparación recomendada por la Corte IDH”, señaló.

En los cuatro años de existencia, la Casa de los Saberes ha brindado atención integral a más de 500 mujeres de comunidades Me’phaa, Na Savi, afromexicanas y mestizas, con un enfoque intercultural y de género.

El centro, dirigido por Inés y un grupo de seis mujeres “embajadoras”, atiende casos de violencia sexual y desapariciones, y ofrece asesoría y acompañamiento legal y psicológico.

Las profesionistas y embajadoras acuden a las comunidades más remotas de municipios como Ayutla, Ñu’u Savi, Tlacoapa y San Luis Acatlán para dar pláticas de prevención.

“Hemos ido a más de 30 asambleas en diferentes municipios y comunidades”, afirmó Noemí.

Aunque han solicitado apoyo a organizaciones civiles, insisten en que la responsabilidad de garantizar los recursos es de los tres órdenes de gobierno.

La marcha concluyó en las instalaciones del centro, donde se destacó la importancia de este espacio para que mujeres que sufren violencia y jóvenes que buscan seguir estudiando tengan un refugio.

La lucha de Inés Fernández, iniciada hace 23 años, sigue siendo un faro de esperanza para continuar las batallas contra el poder militar y la violencia sistemática que enfrentan las mujeres indígenas.

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