Las Robes, cuatro hermanas que desafían obstáculos para impulsar el arte en Chilpancingo
Las Robes son cuatro hermanas que han convertido su amor por el arte en un proyecto independiente para impulsarlo. Sin financiamiento y enfrentando obstáculos, han logrado inspirar a nuevas generaciones y demostrar que el arte puede transformar vidas
Itzel Urieta. Chilpancingo, 8 de marzo 2025.
Bris, Susana, Melissa y Karla, son cuatro hermanas chilpancingueñas, que se definen como una familia artística.
Llevan más de ocho años en diferentes áreas del arte.
Juntas son Las Robes, un grupo que busca rescatar y promover el arte en Chilpancingo y en Guerrero.
Aunque sus carreras profesionales no están relacionadas con el arte, Las Robes consideran que la profesión, la vocación y la pasión deben pulirse.
Bris estudia ingeniería en computación, Susana es egresada como profesional en emergencia médicas (paramédico) y Karla ingeniería civil.
Dentro del arte, Susana y Karla son bailarinas y Bris es fotógrafa, juntas dan talleres gratis de danza, fotografía, audio y producción musical.
Tienen el apoyo de su padre, Guillermo Romero, quien las inspira a continuar con el proyecto y las indujo al mundo del arte.
“Todo esto ha sido sin fines de lucro, sin financiamiento público ni de gobierno ni nada, todo ha sido costeado por nosotras, por nuestra familia. Nuestro papá es nuestro representante”, contó Bris.
El proyecto de Las Robes se consolidó hace dos años. En varios de los eventos y presentaciones que han tenido, el público, principalmente niñas, les comentaban que querían ser como ellas, fue así que su familia las motivó a crear Las Robes.
Karla y Susana comenzaron su formación en ballet a los 9 y 10 años. Gracias a ello, han participado en varios eventos en otros estados como bailarinas
Las hermanas coinciden que en Guerrero falta mayor difusión del arte, además de que es mal pagado y hace falta apoyo institucional.
“Nosotras hemos luchado contra la mentalidad de ciertos sectores, desde las élites hasta la sociedad en general, para que se valore más el arte y la cultura”, mencionó Bris.
Las dificultades no son un obstáculo para ellas, eso las motiva a continuar con la difusión del arte.

Para Las Robes, ser mujeres jóvenes promotoras del arte implica algunas dificultades, como su edad, al ser jóvenes, han sufrido comentarios que demeritan su trabajo.
Sin embargo, desde su perspectiva, ven el lado positivo de esas actitudes.
“También es una parte bonita porque yo veo que como jóvenes, otros se inspiran y se animan a hacer cosas, está muy padre”, mencionó Karla.
Durante estos años se han enfrentado al menosprecio, principalmente de personas mayores, comentarios negativos hacia el proyecto y falta de apoyo.
“En la redes que tenemos y subimos contenido, hay comentarios que nos ponen con groserías, de por qué están haciendo esto, en lugar de sentirnos apoyadas nos dan el bajón otra vez, estamos haciendo algo por nuestra ciudad”, señaló Karla.
Las jóvenes no le dan importancia a los comentarios negativos, reconocen que en algunos momentos sí llegan a desmotivarlas, pero el apoyo de las personas que reconocen su trabajo, es mayor y eso las motiva a continuar con su meta de promover el arte.

Las Robes creen que una de las mejores satisfacciones es el apoyo de las personas e inspirar.
Gracias a los talleres y clases que imparten, han logrado un impacto positivo en personas que tienen problemas psicológicos y de adicciones.
Para ellas el arte salva vidas, es un medio salvador, porque el arte transformó sus vidas.
En su vida personal el arte impactó de manera positiva, les ayudó a desarrollarse en diferentes áreas de su vida como la expresión, responsabilidad y disciplina.
Consideran que el arte es clave para la sociedad, ya que ayuda a las personas a mejorar aspectos de su vida.
“La mejor medicina que le recomendamos a la sociedad es hacer arte”, comenta una de ellas.

Uno de sus proyectos recientes fue la filmación del videoclip musical Nuestra Tierra, grabado y producido en Chilpancingo por Las Robes. Fue un trabajo que les tomó más de un año y medio.
La idea surgió de mostrar la riqueza cultural de Chilpancingo y el estado. Tardaron siete días de grabación y participó la cantante Isaveli Laina, originaria de Tecpan de Galeana y ex participante del reality show La Academia.
Gastaron uno 80 mil pesos, los cuales fueron financiados por ellas. Otro de sus proyectos es la venta de helados en Cubitolandia, de ahí, obtienen el dinero para financiar sus proyectos.
Venden todas las tardes en el Centro de Chilpancingo.
A las dificultades que se enfrentaron para grabar el video, fue la falta de apoyo y permisos para las locaciones, después de varios trámites, lograron que les permitieran grabar en algunos lugares emblemáticos de la ciudad.
La intención de Las Robes, cuentan, es proyectarle al estado que Chilpancingo es la capital, porque para mucho es más importante otras ciudades turísticas y siempre hay una mala imagen de la capital. A pesar de todo ellas aman su ciudad.
El camino de Las Robes no ha sido fácil, pero como mujeres jóvenes han demostrado que la pasión y la perseverancia pueden romper barreras.
En un entorno donde el arte es infravalorado y el trabajo de las mujeres a menudo cuestionado, ellas continúan impulsando el cambio. Con cada taller, presentación y proyecto, dejan huella en su comunidad y demuestran que el arte no solo se crea, sino que transforma vidas.