Buscan cadenas comerciales vender chilate originario de Guerrero
La pareja de artesanos de Chilpancingo actualmente vende en seis lugares de la ciudad y en oficinas públicas, pero necesitan maquinaria para producir en grandes cantidades
Yasmín García. Chilpancingo, 12 de noviembre 2024.
Hace siete años, Seiri Segredo y su esposo comenzaron a elaborar y vender el tradicional chilate (una bebida de cacao) en las calles y oficinas públicas de Chilpancingo.
En la actualidad esta pareja ha colocado su marca llamada “Chiquilate” y exportado a otros países, incluso, las cadenas comerciales desean vender su producto en distintas tiendas.
“Como todo iniciamos desde cero, batallando a encontrar clientes, todo mundo vende chilate y en oficinas son exigentes, ofrecíamos, me ponía en el DIF, los de gobernación nos quitaban, pero desde ese día nos apoyaron comprando el chilate (sus clientes) me iba ofrecer a las oficinas con pena y todo y la verdad me daba mucha pena o que me dijeran que no”, relató Seiri.
Ahora cada semana la pareja tuesta y muele 40 kilos de cacao para preparar la bebida que es distribuida en seis lugares de venta, así como en oficinas de gobierno, además son contratados para fiestas y velorios en donde los invitados degustan de la bebida de cacao.
En el año 2020 dejaron de vender por cinco meses debido a la pandemia de Covid-19, durante ese tiempo tuvieron el apoyo de sus padres con despensa, y retomaron la venta en redes sociales y grupos de WhatsApp en donde sus clientes les hacían pedidos y ellos se los llevaban a sus oficinas o domicilios. Después de unos meses volvieron a vender en las calles con las medidas preventivas.
La marca Chiquilate
Hace tres años que la pareja registró su marca Chiquilate, un juego de palabras entre el chilate y el mote a uno de sus tres hijos a quien con cariño se refieren como Chiki.
El registro de la marca lo hicieron ante la Secretaría de Fomento y Desarrollo Económico (SEFODECO), consta de un código de barras y barra nutrimental.
El registro ante la SEFODECO no fue fácil ya que deben de tener toda su documentación en orden ante el Servicio de Administración Tributaria (SAT), y acreditar una evaluación para poder acceder a préstamos en bancos para ampliar su negocio.
Seiri y su esposo necesitan adquirir maquinaria para la elaboración en grandes cantidades y poder surtir en tiendas comerciales, además de emplear un conservador a su producto. La maquinaria rebasa los cien mil pesos, dinero que no tienen.
“Nos han buscado tiendas como Oxxo, Wal-Mart, Aurrerá, nos han invitado para vender varias cadenas comerciales, pero es la falta de maquinaria, estamos a un paso de tener contratos con cadenas comerciales, pero no firmamos por lo mismo de la maquinaria que nos falta para producir grandes cantidades”, lamentó Seiri.
En administraciones pasadas, la SEFODECO otorgaba créditos a artesanos para que pudieran invertir en su negocio, pero en la administración de Evelyn Salgado Pineda es a través de un banco lo que hace más difícil que los artesanos sean aptos para el financiamiento.
“Ahora es por medio de un banco meter tu documentación ellos te canalizan al banco viene saliendo lo mismo, dictamina el banco antes era directamente con el gobierno y era más fácil, nosotros queremos ese dinero para invertirlo que regresen los proyectos, que vean que tanto a avanzado el emprendedor y sería más sencillo, muchos no tienen la posibilidad de estar registrado ante el SAT”.
Todos los días la pareja de artesanos inicia su jornada laboral a las 4 de la mañana para comenzar a preparar 90 litros de chilate, terminan a las 7, se arreglan y comienzan a distribuir en los distintos puntos de venta, así como taquerías a las 9 de la mañana.
A las 2:30 de la tarde comienzan a recoger sus distintos puntos de venta; a las 5:30 de la tarde tuestan el cacao y prepararan la pasta para dejarla lista para el día siguiente.
Los seis centros de venta que tienen en la ciudad generan empleo, cada uno lo atiende una persona, el del barrio de San Francisco es uno de los más grandes.
La pasta para preparar la bebida del chilate ha llegado a diferentes ciudades y países: Denver, Colorado, y Giorgia, en Estados Unidos; Tijuana y Morelia por mencionar algunos estados.
La venta de chilate ha requerido de sacrificio.
“El sacrificio que hacemos a veces no asistimos a convivios de familia, cuando han fallecido familiares fuera de la ciudad tampoco hemos asistido, nos apena, pero también si no generamos, a las taquerías los comensales y nuestros clientes nos buscan”.
Chiquilate busca tener una tienda en Puebla o Iguala, así como la maquinaria para poder producir grandes cantidades y surtir a las cadenas comerciales.
Chiquilate ha estado en el MEXTENIS, lo han desgustado celebridades como Jorge Campos, y políticos como la gobernadora Evelyn Salgado Pineda.